Filantropía con perspectiva de género – manual para su implementación en América Latina y el Caribe
Este manual permitirá a las organizaciones e individuos donantes reflexionar en profundidad acerca de sus políticas, programas y apoyos, y en ese proceso realizar las modificaciones internas y externas que consideren necesarias; para que su contribución a la justicia social y a la democracia sea más efectiva, más sostenible, más osada, más comprometida, para todos las mujeres y los hombres de América Latina y el Caribe.
Las mujeres, así como las diversidades de género y sexuales, se han hecho presentes de manera contundente en las calles, los barrios, las comunidades y las instituciones de América Latina y el Caribe desde comienzos del siglo XXI. Su relevancia es tal que, tanto en el mundo de la empresa como en algunos estratos gubernamentales de varios países, las políticas de género han comenzado a tener protagonismo, sea para reparar claras situaciones de injusticia social, como para abrir nuevos espacios de poder tales como gerencias, direcciones y secretarías públicas.
Paradójicamente, en el mundo de la filantropía institucional e individual, que aspira a ejercer un rol de vanguardia en la transformación y el cambio social, pareciera que la cuestión de “género” aún no ha tocado a sus puertas de manera notoria. Con algunas honrosas excepciones, las OPD de la región, en su mayoría de origen empresarial, no han incorporado aún la dimensión de género en sus políticas y programas, como tampoco en sus estructuras institucionales. Los órganos de gobernanza, mayoritariamente conformados por hombres, son una prueba más que contundente de ello.
La filantropía latinoamericana es un ecosistema, es decir, un conjunto de actores que intervienen con propósitos de generar un cambio y/o un aporte social positivo. Hay quienes lideran esos cambios sociales en el territorio (activistas, organizadores, redes y movimientos), quienes apoyan su trabajo (donantes filantrópicos, gobiernos, intelectuales, centros académicos, voluntarios, entre otros), quienes los difunden (medios, redes sociales, influencers), aunque también hay quienes lo obstaculizan.
Lo que cada uno hace o deja de hacer afecta los avances del conjunto del ecosistema. Sabemos que hoy, globalmente, los apoyos que reciben las organizaciones que trabajan por los derechos de las mujeres son muy escasos, a pesar de estar en la vanguardia de muchas de las iniciativas que enfrentan al racismo, al machismo, al cambio climático, a los conflictos armados, que se encargan de los cuidados contra el COVID-19, y otras tantas situaciones de injusticia social y política. Mientras que el 28% de la Asistencia Oficial para el Desarrollo (AOD) está etiquetada para la igualdad de género, solo el 7% llega a las organizaciones de la sociedad civil.
En el lado de la filantropía privada internacional, solo el 6% de los fondos para los derechos humanos llega a América Latina y el Caribe, aunque no es posible discriminar claramente que porcentajes de esos fondos incluyen una perspectiva de género. Si nos concentramos específicamente en la filantropía privada e institucional latinoamericana y caribeña, los datos son desconocidos dada la reticencia a informar de forma pública y transparente sobre los mismos.
Sin embargo, una reciente investigación realizada por Ellas (2022) 4 revela un cuadro de desatención generalizada a las problemáticas de género y de los derechos humanos de las mujeres. Cabe entonces preguntarse, ¿por qué la filantropía regional da la espalda a los derechos de las mujeres y a la inequidad de género? Uno de los motivos principales que surgen de esta investigación es la falta de conocimiento estructural sobre la temática, por un lado, y la carencia de herramientas concretas para integrarla por el otro. Es urgente revertir esta situación. Es necesario que se movilicen más y mejores recursos. Por eso, este Manual.
Autores: Florencia Roitstein and Andrés Thompson
Publicado por: ELLAS –Mujeres y Filantropía
Publicado: Agosto 2022
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