Blog

La epifanía del lugar

25 Aug 2025

Languages available:   English Español

Este artículo de opinión fue publicado originalmente en el sitio web de Philea.

 

James Magowan, European Community Foundation Initiative

La filantropía basada en el lugar es una forma particularmente poderosa de abordar problemas complejos y multifacéticos, promoviendo un cambio sistémico a nivel local. ¿Y si la clave para desencadenar un cambio real y duradero no residiera en políticas distantes ni en soluciones de arriba hacia abajo, sino justo en el lugar donde vivimos? Las fundaciones comunitarias destacan como poderosas instituciones filantrópicas enraizadas localmente, capaces de enfrentar estos retos complejos y de provocar un verdadero cambio sistémico desde lo local.

 

Por qué importa el lugar
“Basado en el lugar” sugiere estar en, ser de, y actuar para un territorio definido. Muchos tipos de fundaciones — incluyendo aquellas establecidas como fundaciones familiares o vinculadas a empresas o instituciones financieras  locales— están comprometidas con la filantropía territorial. Sin embargo, sostengo que aquellas que adoptan las características de una fundación comunitaria¹ ofrecen una forma institucional y un enfoque distintivo con mayor capacidad para agregar valor y maximizar el impacto a largo plazo en las dimensiones físicas, sociales, ambientales, económicas y culturales del área, y por ende, en el bienestar de toda su ciudadanía.

Existe un movimiento creciente en Europa, con más de 900 fundaciones comunitarias en 26 países, diversas en edad, escala, forma y función. Sin embargo, hay aún mucho más potencial, no solo en los lugares donde no existen, sino también en su forma de actuar y en cómo colaboran con otros actores con interés en lo local. Una vez reconocidas como actores significativos y confiables dentro del ecosistema local, pueden ser clave para desencadenar impacto colectivo y transformación socioeconómica.

La filantropía basada en el lugar
La filantropía territorial es una forma especialmente poderosa de abordar problemas complejos y multifacéticos, promoviendo cambios sistémicos a nivel local. ¿Y si la clave para lograr un cambio real y duradero no estuviera en políticas distantes ni en soluciones de arriba hacia abajo, sino justo donde vivimos?

Las fundaciones comunitarias destacan como instituciones filantrópicas profundamente enraizadas en su territorio, con capacidad de enfrentar problemas complejos y lograr transformaciones sistémicas desde lo local.

 

Fundaciones comunitarias: Enraizadas localmente, invertidas en las relaciones y comprometidas con el largo plazo

Las fundaciones comunitarias movilizan e invierten recursos humanos, técnicos y financieros en un área geográfica específica. Actúan como catalizadoras, convocantes, colaboradoras y facilitadoras para resolver problemas y desarrollar soluciones a temas importantes para la comunidad. Están profundamente arraigadas en el territorio, tienen “piel en el juego” y poder de permanencia, y están comprometidas con la construcción de comunidades resilientes y cohesionadas.

Este enfoque geográfico les permite una visión holística. Combinan una comprensión de las realidades prácticas de las identidades múltiples, los efectos acumulativos de la exclusión social y económica, y la capacidad de conectar los puntos para imaginar y construir un mejor lugar para sus habitantes. Su cercanía les otorga empatía para actuar de forma urgente y apropiada, pero también con una visión de largo plazo.

Gracias a su conocimiento profundo (y sabiduría comunitaria), pueden enfrentar de forma integral los problemas contemporáneos complejos y persistentes, buscando un cambio transformador. Así, dejan de ser simples solucionadoras de problemas para convertirse en sanadoras del tejido social.

 

Del abordaje de crisis al cambio estructural
Recientemente, se ha reconocido a las fundaciones comunitarias como actores clave en la respuesta a crisis como el clima extremo, la migración o el aumento del costo de vida. Pero poco se dice sobre cómo abordan también los impactos indirectos, piensan en la recuperación y las causas profundas.

Muchas impulsan sistemas socioeconómicos alternativos: ayuda mutua, vivienda cooperativa, justicia restaurativa, huertos comunitarios, economía circular (reutilización y reciclaje), agricultura regenerativa, sistemas de intercambio local (LET), cooperativas de crédito, asambleas ciudadanas, etc. Este trabajo se basa en las relaciones y en transformar sistemas más allá de tratar sus consecuencias.

 

Pensamiento sistémico desde lo local

El pensamiento sistémico debe ser el punto de partida. No solo como una red funcional, sino como un ecosistema dinámico,  ultidimensional e interdependiente. En lugar de seguir tratando síntomas de fallas sistémicas, se vuelve urgente reconectar, reconfigurar o sanar sistemas fragmentados. Las fundaciones comunitarias pueden desempeñar un papel facilitador, sobre todo donde otros actores están atrapados en formas de hacer que ya no funcionan — o incluso empeoran las cosas.

Ayudan a superar fronteras, hacer conexiones, encontrar propósitos comunes y aplicar imaginación social. A veces, esto implica incluso “reprogramar el algoritmo” de mentalidades individuales y colectivas afectadas por sesgos institucionales. Aun siendo realistas, deben cuestionarse qué cosas aparentemente fuera de su control sí pueden transformarse desde lo comunitario.

Y deben construir la confianza y credibilidad necesarias para presentarse no solo como agentes de transacciones, sino como constructores de relaciones y catalizadores.

 

Confianza y pertenencia: Los activos intangibles que lo cambian todo
Esto requiere tiempo y habilidad. Es difícil encontrar recursos para este trabajo porque muchas veces no se reconoce su valor. Además, no es un rol garantizado: debe ganarse. Construir capital social — puentes, vínculos y conexiones — requiere inversión constante. La confianza debe cultivarse y mantenerse.

Ante el auge del populismo, el retroceso democrático, las desigualdades crecientes y la crisis climática, la filantropía territorial puede ofrecer una narrativa alternativa, siempre que genere un sentido de pertenencia para todos. Muchas veces, el territorio puede resultar alienante para algunos; aquí es donde una fundación comunitaria — holística, diversa y empática — puede brillar como un faro de esperanza.

Su misión principal debe ser promover procesos que fomenten inclusión y cohesión social, adaptándose a dinámicas sociales cambiantes. Esto exige liderazgo compartido, escuchar aquienes tienen experiencia vivida y actuar con visión transformadora. De lo contrario, se corre el riesgo de quedar atrapados en un rol de “reparadores locales” frente a una lista cada vez más grande de problemas complejos.

 

Llamado a la acción
Este es un llamado a pensar el lugar como el eje de acción efectiva, holística y de cambio sistémico local. Y a apoyar el desarrollo del movimiento de fundaciones comunitarias. Las fundaciones comunitarias necesitan tiempo para alcanzar su potencial transformador. Deben:

  • Ganarse la confianza de donantes, socios y partes interesadas.
  • Demostrar su valor como fuentes de conocimiento, conectores y catalizadores.
  • Construir suficiente capital social, humano y financiero.
  • Posicionarse en el ecosistema filantrópico y de desarrollo local.

Quienes creen en la filantropía territorial deben estar dispuestos a invertir en estas instituciones y en su infraestructura de apoyo. No solo para implementar la filantropía territorial, sino para desarrollarla desde dentro.

 

Por: James Magowan, asesor sénior de la Iniciativa Europea de Fundaciones Comunitarias.

 

¹ Notas: Características de una fundación comunitaria según la Iniciativa Europea de Fundaciones Comunitarias (ECFI):

Instituciones filantrópicas que movilizan e invierten recursos técnicos y financieros en un área geográfica específica.

  • Son independientes y están gobernadas por un consejo de ciudadanos que comprende o refleja en general a las comunidades a las que sirven.
  • Buscan construir, con el tiempo, activos y fondos provenientes de una amplia gama de donantes, incluidos ciudadanos locales, otras fundaciones, empresas y entidades públicas.
  • Acumulan y despliegan capital (en sus diversas formas: humano, financiero, físico, intelectual, social y cultural) para otorgar donaciones o implementar actividades que aborden una amplia variedad de necesidades en la localidad.
  • Participan en liderazgo comunitario y actividades de colaboración, actuando como catalizadores, convocantes, colaboradores y facilitadores para resolver problemas y desarrollar soluciones a temas comunitarios importantes.
Subscribe
Notify of
guest
0 Comments
oldest
newest
Inline Feedbacks
View all comments